Recuerdo como si fuera ayer las primeras charlas que dicté sobre comercio electrónico organizadas por la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico hace algo más de 10 años, insistíamos a los comercios “Súbase al tren antes que lo deje”, “venda por internet”, “amplíe su mercado”. Estas y muchas otras frases cliché que usábamos y usábamos para tratar de convencer al mercado de que había que subirse “al tren de las ventas en línea”.
Era una tarea titánica. Muchos de los más seniors dentro de las empresas, que tenían en ese momento cargos directivos, “y no estoy discriminando, yo soy uno de ellos”, se rehusaban a considerarlo. Ese nuevo canal de ventas estaba lleno de terminologías extrañas, anglicismos y palabras derivadas del spanglish, con conceptos tecnológicos inentendibles: hosting, Gateway, CPC, Landing Page, Funnel de conversión, entre muchas otros, que hacían que fuera “un sapo difícil de tragar”. Todos estábamos de acuerdo en que debíamos dar el primer paso, pero pocos se atrevían.
Diez años después, la realidad del comercio electrónico es otra muy diferente, entraron al mercado del consumo los millenials, las tecnologías se han abaratado y hay más conocimiento del ecosistema digital; aunque “todavía quedamos dinosaurios” en las gerencias de las empresas. La realidad del mercado y el cambio en el consumo, así como la entrada de grandes jugadores digitales al mercado colombiano, nos han cambiado las condiciones dramáticamente.
Recuerdo el caso de un empresario de la industria editorial que asesoré a principios del 2012. Tenía en ese momento todavía una muy fuerte librería y editorial, con varios puntos de venta físicos en Bogotá, Cali y Medellín; gozaba de tener un negocio próspero y rentable, con un buen número tanto de colaboradores como de autores y un sistema de distribución de venta por catálogo muy robusto.
Cuando comencé a contarle sobre Internet, lo único que logré con él fue que adquiriera una página de venta online con un catálogo reducido a una bodega exclusiva, porque el ERP de la empresa no estaba conectado a la tienda y no hacía nada de estrategia para ventas por la web. Ocho años después, según me contó recientemente, tuvo que cerrar casi todos los puntos físicos y me dijo que “la venta de libros de forma presencial ya no era negocio”, que después de haber tenido tanto éxito, ahora estaba quebrado. El motivo de sus aseveraciones: la venta de libros en línea. El mayor jugador: Amazon, que además los trae a Colombia directamente y a veces sin costo de envío.
Evite la frase “Yo se lo dije…” me decía hace muchos años mi profesor de cálculo. Y si, yo se lo dije a mi amigo hace 8 años, cuando estaba a tiempo de migrar su negocio al entorno digital.
Hoy, “es mandatorio vender por Internet”. Es más, el implementar estrategias de onmicanalidad y aprovechar todo el ecosistema digital que se ha desarrollado en el país a pasos agigantados, “es una obligación”.
Herramientas como StoreON® permiten a los comerciantes comenzar a vender por Internet, publicando sus productos en los principales centros comerciales en línea o Marketplaces, como El Éxito, Mercado Libre, Lineo, Falabella, entre otros… pero con un solo sistema intuitivo y que le permita gestionar todos los productos, ofertas, inventarios y promociones. No deje pasar esta oportunidad. “Ya no es subirse a un tren, ya es no dejarse atropellar y perecer”. Evite el «Yo se lo dije».